Almeida atrapa la mayoría absoluta y deja a Podemos y Villacís sin concejales en Madrid

Triunfo sin paliativos para José Luís Martínez-Almeida en Madrid: sale de este 28M con la reelección bajo el brazo, con una mayoría absoluta incontestable y no dependerá de Vox. Un resultado contundente en la línea de lo que venían apuntando las encuestas en la recta final de la campaña. Los escuetos 15 concejales obtenidos en 2019 se han convertido en 29 en este 2023. Buena parte del aumento conseguido por Almeida proviene de los 11 ediles que tenía Ciudadanos con Begoña Villacís, que desaparece del Ayuntamiento. Mientras, la izquierda sufre un duro revés con el descalabro del Más Madrid de Rita Maestre y con un pobre resultado del PSOE. El Podemos de Javier Sotomayor queda fuera del Ayuntamiento.

Los sondeos a pie de urna en el cierre de los colegios electorales de Madrid apuntaban a una noche de triunfo para Martínez-Almeida. Una mayoría absoluta que, con el avance del escrutinio, fue poco a poco consolidándose (al 98,43% escrutado a las 23:54) hasta convertirse en una realidad. Almeida se suma a la lista de alcaldes del PP que han gobernado la ciudad sin necesidad de apoyos externos.

El líder popular, prácticamente, ha duplicado los resultados obtenidos en 2019, cuando llegó a la Alcaldía pese a no ser la fuerza más votada. El popular se ha resarcido este 28M obteniendo más de 717.276 votos, el 44,4% de los electores. Muy lejos de los 308.728 conseguidos por la segunda fuerza política, Más Madrid. Incluso si se hubiese quedado al borde de la mayoría, hubiese sumado más que toda la izquierda y no hubiese necesitado el apoyo de Vox, que ha conseguido aumentar de 4 a 5 sus concejales de la mano de Javier Ortega Smith.

Batacazos

También ha sido una noche de batacazos en Madrid. El mayor, el de Ciudadanos, que pasa de los 11 concejales de 2019 a cero y desaparece de la escena política municipal. Begoña Villacís, hasta ahora vicealcaldesa de Almeida, no consigue siquiera su escaño. Han conseguido un 2,89% de los votos.

Los mismos concejales que Ciudadanos consigue el candidato de Podemos, Javier Sotomayor: cero. Los madrileños han decidido, otra legislatura más, que los morados no tengan ninguna representación en su consistorio. Eso sí, se quedó a las puertas con un 4,88% de los votos.

Otra de las sorpresas la da Más Madrid, perdiendo siete concejales y quedándose sólo con 12. Rita Maestre no ha sido rival para Almeida, a pesar de que las encuestas en campaña mostraban que plantaría batalla. En la izquierda, tan sólo el PSOE de Reyes Maroto repunta respecto a su nefasto 2019: saca 3 escaños más y alcanza los 11.

La batalla electoral por los 57 concejales que componen el Ayuntamiento de Madrid ha sido una de las más intensas de toda la campaña nacional de las municipales. Pero para Almeida ha sido diferente a la anterior: esta vez partía como favorito.

El favorito

El hoy reelegido alcalde llegó a la política como un discreto hombre de segunda fila de los Gobiernos de Esperanza Aguirre, un abogado del Estado con un perfil de gestión apropiado para direcciones generales, pero al que nadie veía como futuro cabeza de cartel. Por eso, cuando Aguirre dejó el Ayuntamiento en 2017, su nombre no era el favorito para sustituirle. Pero se impuso al que entonces se consideraba heredero natural de la ex presidenta de la Comunidad, Íñigo Henríquez de Luna.

Como jefe de la oposición en un Madrid que vivía bajo un casi hegemónico Carmenismo, Almeida se bregó en el debate político y la dialéctica frente a la izquierda. Sólo dos años después, en 2019, Pablo Casado decidía apostar por él para ser número 1 en la lista del PP. En el partido se reclamaba un nombre consolidado, una figura política de primer orden que fuese capaz de derrotar a una izquierda consolidada por los de Manuela Carmena. «Un técnico», decían muchas de las crónicas de aquel enero de 2019 cuando se referían a la elección de un desconocido -para el gran público- Almeida. Un abogado del Estado de apenas 1,63 de estatura, con gafas y aspecto de haber pasado muchas horas en bibliotecas.

Pero a partir de su nombramiento como candidato, Almeida comenzó a ser conocido fuera de Madrid. Ahí comenzó a salir a relucir el carisma que le ha terminado convirtiendo en un auténtico animal político. Un peso pesado en campaña. Mediáticamente, un tipo divertido por el que se pelean las productoras de televisión para colocarle en las franjas nocturnas prime time. Que convierte en viral su poca -o mucha- puntería al golpear un balón o que recita de carrerilla la Constitución española.

El hombre que no había sido favorito para suceder a Aguirre, ni tampoco para ser número 1 de las listas del PP, tampoco era el favorito en las encuestas. Y acertaron: la lista de Manuela Carmena fue la más votada con sus 19 escaños, pero la suma de los 4 de Vox, los 11 de Ciudadanos y los 15 de Almeida le dieron la alcaldía al no favorito. Algo que ha cambiado en este 2023: Almeida era el primero en las encuestas y ha ejercido como tal en las urnas.

Algo similar a lo que le ocurrió a Isabel Díaz Ayuso, otra desconocida que llegó a la presidencia de Madrid con todo en contra y que ha terminado erigida en bestia política del sanchismo. Tanto el técnico como la desconocida son, hoy, las figuras que flanquean al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la foto que preside el balcón de Génova. Un balcón que ya aguarda las generales del próximo diciembre.